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Definiciones de la Enfermedad Bipolar (También llamada “Trastorno Bipolar”, “Trastorno Afectivo Bipolar”)

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¿Por qué es confuso el término “Trastorno” en el caso de la enfermedad bipolar?” Para un médico, el término trastorno se le otorga a una condición en la que no se tiene determinado en un 100% el origen, mientras que para una persona sin formación médica, si acudimos al diccionario, “Trastorno” significa una “alteración leve de la salud” o “enajenación mental”. A nivel médico es correcto utilizar el término “enfermedad bipolar” y la confusión disminuye, y la explicación para que lo podamos entender en un lenguaje que podamos comprender mejor podemos definirlo de la siguiente forma:
Una pregunta muy sencilla realizada por la Fundación Bipolar Libre A.C. en una encuesta con más de 12,000 personas sin formación médica ni padecimientos psiquiátricos o neurológicos:   “Si tienes gripe ¿A quién acudes?” y la respuesta es inmediata: “Al Doctor”   “¿Y si tienes un trastorno?” Las respuestas fueron: 45% “A un psicólogo”, 24%  “A un terapeuta”, “18% A un psicoanalista” y “11% a un sacerdote” y “1.95% fueron respuestas en broma refiriéndose a personajes de caricaturas, y personalidades del medio artístico. 72 Personas en total respondieron, a un médico.    Las respuestas serias, como a “un psicólogo, un terapeuta, o un psicoanalista”, son realmente alarmantes, ya que la enfermedad bipolar sólo puede ser tratada por un médico, con la especialidad de psiquiatría o neuropsiquiatría, y en dado caso, para el diagnóstico diferencial, un neurólogo que refiera al paciente a un psiquiatra. Un psicólogo es un licenciado, sin formación médica, y puede asistir al tratamiento como “apoyo”, pero nunca como línea principal. Algunas terapias pueden ser de utilidad en determinados casos, y únicamente cuando son recomendadas y monitoreadas de alguna forma por el médico psiquiatra que está tratando la condición. Una enfermedad tiene:  Síntomas, que pueden ser identificados en cualquier persona y en cualquier parte del mundo.  Estos síntomas forman un cuadro diagnóstico.  El cuadro diagnóstico tiene un tratamiento, es decir, con medicamentos que forman un tratamiento. Con este tratamiento ceden los síntomas, a nivel médico la palabra correcta es “remiten” los síntomas.   Este es el caso de la enfermedad bipolar.  Existen síntomas que forman un cuadro diagnóstico (Episodios con una duración determinada en manuales diagnósticos de medicina (DSM y CIE) denominados “Manía”, “Hipomanía”, “Eutimia” y “Depresión”.   Para estos síntomas y este cuadro diagnóstico existen medicamentos que se administran para que los síntomas cedan, o “remitan”.   Se conoce como una enfermedad Químico-cerebral multifactorial que tiene componentes genéticos, biológicos, orgánicos y ambientales.  Aún así, la enfermedad es compleja tanto en su diagnóstico como en el tratamiento.
Para reflexionar ¿Por qué es confuso y estigmatizante el término “Enfermedad Mental”? La mente no es un órgano. No se puede enfermar. El cerebro puede considerarse “su hábitat”. El cerébro si es un órgano, y como tal, se puede enfermar. Por lo tanto existen enfermedades cerebrales, en el caso de Bipolar, es una enfermedad Químico-Cerebral. Hay enfermedades que afectan las facultades mentales, sin embargo ha sido un grave error estigmatizar a los pacientes con el término “Enfermo Mental” cuando la mente esta considerada como “La potencia intelectual del alma”, el “yo”. La misma palabra “Psiquiatría” significa Curación del Alma.
Sin tratamiento y seguimiento, es una enfermedad grave cuyo síntoma primario es una alteración por episodios del estado de ánimo,que afecta al 2.5% de la población mundial. Se le llama “bipolar” porque el estado anímico de la persona alterna entre “dos polos”; la manía o hipomanía (altos) y la depresión (bajos).  Causa cambios inusuales en el estado de ánimo, niveles de energía y capacidad de funcionar.  Durante los episodios depresivos les invade la falta de energía, tristeza y desesperación, es común la pérdida en la capacidad de sentir placar, el desinterés en actividades que antes eran motivantes o placenteras, insomnio o aumento en el sueño (hipersomnia), agitación, lentitud en movimientos, cansancio, aumento o disminución de peso, autoestima lastimada, sentimientos de culpa sin razón aparente, ideas negativas y normalmente de muerte que aparecen súbitamente, deseos de morir, ideaciones suicidas. Entre episodios, su humor puede ser normal (conocido como episodio o ciclo de eutimia). Los episodios pueden cambiar dependiendo el tipo de enfermedad, y subir al episodio de hipomanía e incluso un aumento al episodio de manía, se pueden presentar cuadros de alegría extrema, euforia o irritabilidad acompañada de un importante aumento de energía que van de moderados a extremos, disminución en la necesidad de sueño, y una productividad por muy pocas personas experimentada. Si la persona llega a escalar hacia manía, es donde su juicio empieza a ser en extremo contraproducente, puede iniciar con la sensación de pensamiento acelerado, mas ideas de las que puede procesar,  aumento en la velocidad al hablar, realizar mas actividades de las normales y difícilmente terminar todas, aumento en los planes a realizar, problemas para concentrarse, sensación de sentirse irrealmente mejor que los demás y un grave aumento en las discusiones con las personas, Se puede presentar un cambio súbito entre manía y depresión o la combinación de ambos episodios  (episodios Mixtos). Los cambios de humor u “oscilaciones” pueden durar horas, días, semanas o meses (ver Tipos de Bipolar) A diferencia de los estados de animo que experimentan las personas sin la enfermedad, las oscilaciones suelen poner en peligro la vida del paciente, interfieren con su capacidad funcional ya que incluso la sensación de bienestar o malestar es tan grande que anula el juicio de la persona, puede dejar de saber qué está bien y qué está mal. El diagnóstico es complicado, por lo que las personas que lo padecen pueden sufrir innecesariamente durante décadas. Si no es tratado, puede tener consecuencias devastadoras. Es común el abuso de alcohol y drogas, deterioro de las relaciones, bajo rendimiento escolar o laboral, problemas financieros, sociales y un alto riesgo de suicidio. No obstante, con un diagnóstico preciso, un tratamiento eficaz y apoyo adecuado, muchas personas con la condición pueden estabilizar sus oscilaciones y llevar una vida normal y productiva. Muy pronto en esta página tendremos una explicación sencilla y accesible para cada término, les agradecemos mucho la paciencia (1 de Agosto 2012)